México sigue siendo el epicentro industrial de América del Norte, pese a la presión arancelaria


 Negocios

A pesar de los anuncios y tensiones provenientes de Washington, el nearshoring en México no muestra señales de desaceleración. De hecho, en lo que va del 2025, el país ha registrado flujos históricos de inversión extranjera directa, consolidándose como una de las plataformas logísticas e industriales más robustas del continente.

Esto no es coincidencia. A medida que las empresas buscan reducir sus tiempos de entrega, aminorar riesgos logísticos y operar cerca de sus mercados de consumo, México aparece como una opción lógica por su ubicación estratégica, su infraestructura portuaria y terrestre, y la existencia del T-MEC, que le garantiza condiciones comerciales privilegiadas frente a Estados Unidos y Canadá.

Incluso con las amenazas de nuevos aranceles por parte de Donald Trump, las empresas globales están apostando por relocalizar parte de su producción en estados como Nuevo León, Guanajuato y Querétaro. En lugar de frenar el movimiento, la tensión comercial ha incentivado la consolidación de operaciones que busquen estabilidad y control en un entorno cambiante.

Esto genera un impacto directo en el desarrollo regional, en la creación de empleos calificados y en la sofisticación del ecosistema de proveedores. No se trata solo de atraer capital, sino de escalar la competitividad del país mediante un modelo industrial inteligente y resiliente.

México no está esperando a ver qué pasa en el tablero global. Está actuando como un actor central en la reconfiguración de las cadenas de suministro del siglo XXI. Y las empresas que sepan capitalizar este momentum, estarán un paso adelante en la carrera por el liderazgo industrial regional.

Fuente: Forbes

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