El CEO como influencer: ¿moda o estrategia inteligente?

Negocios

Antes, el CEO era una figura discreta, con traje oscuro y declaraciones frías para el reporte anual. Hoy, el líder empresarial que no tiene presencia en redes sociales es, literalmente, invisible. ¿Casualidad? ¿Vanidad? ¿Estrategia bien pensada? Todo indica que la era del CEO influencer no es una moda pasajera, sino una nueva norma en el juego del poder empresarial.

Y no estamos hablando solo de Elon Musk con sus tuits crípticos que mueven mercados. También está Salinas Pliego respondiendo con memes, Sara Blakely contando sus errores en Instagram o Nayib Bukele gobernando desde X como si fuera una startup.

Del escritorio al algoritmo

Las plataformas como LinkedIn, X (antes Twitter), Instagram y hasta TikTok se han convertido en altavoces poderosos para los líderes que entienden que la narrativa vende tanto como el producto. En un entorno donde la confianza se construye con cercanía, transparencia y personalidad, el CEO que comunica conecta, y el que conecta... vende.

Un estudio de Sprout Social muestra que el 70% de los consumidores confían más en una empresa cuando su CEO es visible y activo en redes. No solo eso: las empresas con líderes sociales tienen mejor clima organizacional, mayor atracción de talento y una ventaja reputacional que ninguna agencia de PR puede igualar.

¿Influencer… o estratega digital?

Que no te confunda el término. No se trata de bailar frente a una cámara (aunque si eres como Richard Branson, nadie te va a juzgar). Se trata de posicionamiento estratégico. Un CEO visible:

Da rostro a la marca.

Refuerza la cultura interna.

Influye en inversores.

Humaniza los valores corporativos.

Ejemplos top:

David Vélez (CEO de Nubank): Comunica decisiones difíciles desde LinkedIn con un lenguaje simple y humano.

Daniel Vogel (CEO de Bitso): Usa X para educar sobre criptomonedas y responder en tiempo real a la comunidad.

Emma Marín (CEO de Emma Health): Conecta desde TikTok con fundadores de healthtech y crea comunidad entre líderes mujeres.

Las reglas del nuevo juego

Para jugar bien este rol, no basta con estar online. Hay que saber moverse:

Autenticidad sobre perfección. El storytelling real le gana al contenido pulido.

Valor antes que ego. Enseñar, compartir y opinar vale más que autopromocionarse.

Consistencia sin rigidez. La voz digital debe alinearse con la identidad empresarial, pero tener alma.

Y no olvidemos algo clave: un CEO con voz propia es un CEO que también protege su empresa en tiempos de crisis. Cuando hay tormenta, su palabra puede calmar mercados, accionistas y equipos.

Conclusión: el líder que no comunica, se desconecta

En pleno 2025, el CEO ya no solo dirige: también influye, comunica y genera comunidad. El liderazgo se volvió narrativo. Y quien no se sube al algoritmo, se queda fuera del juego.

Así que sí, el CEO influencer llegó para quedarse. No es moda. Es estrategia.

Y como todo buen empresario sabe… lo que no se comunica, no existe.


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