Microsoft apuesta por influencers para convertir a Copilot en la IA cotidiana de la generación Z
Tecnología
Microsoft ha iniciado una estrategia poco convencional en su historia corporativa: recurrir al marketing de influencers para transformar la percepción de Copilot, su asistente de inteligencia artificial. El objetivo es claro: acercar la IA a la generación Z y posicionarla como una herramienta cotidiana, no solo como un recurso de productividad en el entorno laboral.
La compañía está aprovechando el crecimiento del marketing de influencers, una industria valuada en más de 21 mil millones de dólares y cada vez más relevante para marcas que buscan conectar con audiencias que valoran autenticidad y cercanía. En este contexto, Microsoft ha reclutado a creadores de contenido como Alix Earle y las gemelas Pheloung, quienes han comenzado a mostrar cómo Copilot puede integrarse de manera natural en actividades diarias como planear viajes, organizar agendas o elegir atuendos.
Una nueva narrativa para Copilot
Copilot nació integrado a Windows, Office y otros servicios de Microsoft, pero su identidad quedó relegada al mundo corporativo, mientras ChatGPT y Gemini se convirtieron en fenómenos culturales globales. Para competir en ese terreno, la empresa está trasladando su narrativa a plataformas donde se construyen tendencias y estilos de vida: TikTok, Instagram y YouTube.
Esta estrategia busca romper con la percepción de que la IA de Microsoft es solo para oficinas. Al presentarla en contextos de entretenimiento, moda y vida diaria, Copilot comienza a construir una identidad más humana y emocional.
La humanización como ventaja competitiva
La apuesta no es únicamente tecnológica, sino cultural. Microsoft quiere que Copilot no solo sea útil, sino empático y cercano. Los influencers actúan como mediadores capaces de traducir el lenguaje técnico de la IA en experiencias reales y aspiracionales.
Sin embargo, el reto está en mantener la autenticidad. La audiencia joven confía en los creadores genuinos, pero desconfía de las colaboraciones forzadas. El éxito de la estrategia dependerá de si Copilot logra integrarse de forma orgánica en la vida de los creadores y, por consecuencia, de sus seguidores.
Una competencia que ya no es solo técnica
Mientras ChatGPT y Gemini dominan la conversación global con cientos de millones de usuarios, Microsoft entiende que la verdadera batalla se juega en el terreno cultural. No basta con desarrollar un modelo poderoso: es necesario que la audiencia lo sienta cercano y útil para su día a día.
Copilot aspira a dejar de ser “la IA de la oficina” para convertirse en “la IA que entiende tu mundo”, siguiendo estrategias similares a las que convirtieron al iPhone en un símbolo de estilo de vida y no solo en un dispositivo tecnológico.
Un giro en la comunicación tecnológica
La decisión de Microsoft marca un punto de inflexión. La compañía está dispuesta a hablar el lenguaje de la cultura digital: autenticidad, estética, cercanía. Este movimiento no es solo una campaña publicitaria, sino un reflejo del cambio en la forma en que las grandes tecnológicas intentan reconectar con la humanidad en la era de los algoritmos.
En un mercado donde el marketing tradicional pierde impacto, los influencers se han convertido en puentes narrativos clave para humanizar la IA. Con Copilot, Microsoft busca demostrar que la inteligencia artificial no solo puede resolver tareas, sino también integrarse en la vida cotidiana como una compañera que entiende hábitos, gustos y aspiraciones.





