Tecnología
Durante años, Les Wexner fue sinónimo de glamour y marketing emocional. Fundador de Victoria’s Secret, moldeó el consumo femenino desde la pasarela. Hoy, su nombre vuelve a los titulares, pero por razones muy distintas: una inversión visionaria en infraestructura de inteligencia artificial.
En 2019, cuando casi nadie hablaba de chips o clústeres de GPU como activos estratégicos, Wexner apostó por una startup llamada CoreWeave, especializada en cómputo de alto rendimiento para modelos de IA. Cinco años después, su participación en la empresa le ha rendido una ganancia superior a 2 mil millones de dólares.
Pero más allá del número, lo que impresiona es la lectura: mientras muchos miraban el fenómeno de la inteligencia artificial desde lo superficial —apps, chatbots o promesas de automatización—, Wexner invirtió en el músculo que lo sostiene todo: la infraestructura invisible.
Su historia no solo confirma que los grandes empresarios piensan a largo plazo. También enseña que el verdadero poder no siempre está en el producto final, sino en aquello que lo hace posible. Hoy, el hombre que conquistó los centros comerciales también reina en los centros de datos.
Fuente: Forbes
