Tecnología
Durante un mitin reciente en Michigan, el expresidente Donald Trump intensificó sus críticas hacia la inteligencia artificial, argumentando que ha sido diseñada con un sesgo progresista que perjudica a voces conservadoras. Esta postura revive el debate sobre los algoritmos y su influencia en la política y la libertad de expresión.
Trump aseguró que las principales compañías tecnológicas han entrenado sus sistemas de IA con una "agenda liberal", y señaló que este tipo de sesgos podrían alterar la percepción pública y manipular narrativas en tiempos electorales. “Nos están programando para pensar como ellos”, afirmó el republicano, generando una oleada de aplausos entre sus simpatizantes.
Este discurso se alinea con una tendencia global que ha puesto en la mira a las plataformas tecnológicas y su responsabilidad ética. Aunque los desarrolladores de IA insisten en la objetividad de sus modelos, diversos estudios han advertido que los datos con los que se alimentan estas herramientas pueden arrastrar sesgos existentes.
El impacto que tendría una IA “parcial” en la opinión pública es un tema que ha captado la atención de legisladores y expertos en todo el mundo. Si bien aún no existe una regulación clara al respecto, el debate político sobre la neutralidad de los algoritmos comienza a cobrar más fuerza.
La postura de Trump no es menor: marca una nueva fase en su narrativa electoral y reabre la discusión sobre el equilibrio entre innovación tecnológica y pluralismo ideológico. En un contexto donde la IA se entrelaza cada vez más con la vida cotidiana, las preguntas éticas ya no son solo de los desarrolladores, sino del debate público.
Fuente: Emprendedor