Baterías de litio: la revolución silenciosa que estabiliza las redes eléctricas globales
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Las baterías de iones de litio, presentes en dispositivos desde teléfonos hasta autos eléctricos, están transformando la infraestructura energética mundial. Contenedores de gran tamaño conectados a redes eléctricas y combinados con paneles solares o turbinas eólicas almacenan energía cuando es abundante y la liberan cuando la demanda aumenta, reduciendo la necesidad de costosas centrales eléctricas.
Aunque inventadas en la década de 1970, las baterías tardaron décadas en consolidarse en la red debido a su costo y a la resistencia de empresas eléctricas tradicionales. Un punto de inflexión ocurrió en 2009, cuando AES instaló una de las primeras baterías de litio en el desierto de Atacama, Chile. Allí, las baterías ayudaron a estabilizar la electricidad para operaciones mineras, demostrando su eficacia y rapidez frente a las centrales de carbón.
El despliegue de baterías se ha acelerado con la caída de precios de hasta un 90% en 15 años y el aumento de la energía solar y eólica. Estados Unidos, China, Europa e India han multiplicado su capacidad de almacenamiento, y regiones como California han podido reducir alertas de consumo crítico gracias a estas tecnologías.
Hoy, las baterías no solo permiten un suministro más fiable, sino que fomentan la movilidad sustentable y la transición energética global. Expertos como Fatih Birol, director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía, aseguran que estas tecnologías están “cambiando el juego ante nuestros ojos”.
